Entonces entendì que no es nada simple correr a un costado este tipo de piedras. Asì que tuve que dejar a la piedra en donde estaba, en donde habìa decidido quedarse, y algunas veces me lamentè por mi ineptitud frente a la situaciòn. Hasta que un dìa aceptè que -como dirìa la abuela - "nada es porque si", y poco a poco fui dàndome cuenta de que todo estaba en su debido lugar. Que hay algunos errores que siempre estoy dispuesta a cometer y a seguir cometiendo las veces que sea. Comprendì que habìa cosas que no me provocaban tanto dolor como satisfacciòn, y que era yo quien, en lo màs profundo, no querìa deshacerme de ellas. O mejor dicho, no querìa desligarme de vos, que sos mi piedra favorita para tropezar. Ustedes, algùn dìa, quizà tambièn entiendan por què hice de esa piedra parte del trayecto. Yo, por el momento, me declaro totalmente culpable. Y el que estè libre de pecado, que arroje la primera piedra (pero lejos, no vaya a ser que...)
jueves, 28 de enero de 2010
Entonces entendì que no es nada simple correr a un costado este tipo de piedras. Asì que tuve que dejar a la piedra en donde estaba, en donde habìa decidido quedarse, y algunas veces me lamentè por mi ineptitud frente a la situaciòn. Hasta que un dìa aceptè que -como dirìa la abuela - "nada es porque si", y poco a poco fui dàndome cuenta de que todo estaba en su debido lugar. Que hay algunos errores que siempre estoy dispuesta a cometer y a seguir cometiendo las veces que sea. Comprendì que habìa cosas que no me provocaban tanto dolor como satisfacciòn, y que era yo quien, en lo màs profundo, no querìa deshacerme de ellas. O mejor dicho, no querìa desligarme de vos, que sos mi piedra favorita para tropezar. Ustedes, algùn dìa, quizà tambièn entiendan por què hice de esa piedra parte del trayecto. Yo, por el momento, me declaro totalmente culpable. Y el que estè libre de pecado, que arroje la primera piedra (pero lejos, no vaya a ser que...)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario